Rastro de brujería

Desde pequeños nos crean el estereotipo que las brujas son malas, feas y de mal carácter siendo erróneo, hasta cierto punto todos llevamos un rastro de brujería en nuestro ser, nosotras las mujeres lo tenemos más marcado, nuestro sexto sentido, la intuición, el poder adivinar los pensamientos de nuestros seres amados, el crear historias fantasmales a nuestros hijos, el hablarle a las plantas para que se pongan lindas,  hacer un nudito para que aparezcan las cosas perdidas, no digamos la magia que hacemos para entrar en nuestra ropa una talla más pequeña que la actual, en la creatividad de arreglar cada espacio del hogar y del ser, en el fondo las brujas somos almas puras con espíritu libre, que no encuadramos en la sociedad pulcra y santa que se trata de crear en el diario vivir.

Por algo muchos hombres nos llaman brujas, porque podemos hacer magia en medio de la desgracia, tomar nuestra escoba y volar alto para alcanzar nuestros sueños y reírnos a carcajadas de los conjuros y revertirlos en felicidad.