En el día internacional de la poesia

 

Antes, las letras danzaban en mis manos,

hilvanaban versos con hilos de alma,

tejiendo párrafos donde el amor flotaba,

donde la esperanza tenía voz y alas.

 

Las palabras eran mi refugio eterno,

susurraban promesas a un ser soñado,

que aún sin rostro, ya era amado,

y en cada rima, supe que existía.

 

Pero un día el viento se llevó mis letras,

las sembró en otro corazón herido,

mientras el mío, con el tiempo y la tierra,

floreció en jardines de amor reverdecido.

 

Hoy no escribo con tinta y papel,

diseño espacios donde la vida respira,

donde la luz se filtra entre hojas y pétalos,

y mi alma, restaurada, brilla llena de amor.

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