Mujer

Anoche la volví a ver,
con su pequeño vestido rojo,
y sus zapatitos viejos de tacón.


Estaba parada en la misma esquina
esperando que un alma necesitada de pasión
la invitara a pasear.


Toda la gente la criticaba
como mujerzuela cualquiera,
amate de la calle.


Pero un día me acerque
y me di cuenta que era madre
y la única forma de alimentar a sus retoños
era su trabajo.


Y hoy al amanecer
me cuentan que la mujer
de trabajo nocturno
había muerto y dejado
en orfandad a sus cuatro tesoros.


Me pregunto ¿qué será de esos niños?
¿Es justo que ellos vivan en este mundo sucio
y que a su corta edad se queden solos y desamparados?


La muerte pega con un látigo duro y sin escrúpulos
y ha estos niños solo les queda el aire que respiran
y el suspiro de una madre que los protege desde arriba ...