Dos mil trece

Dos mil trece, como no escribirte a ti que me acompañaste en otro año más de mi vida, llegar a mis cuarenta años realizada como mujer llena de dicha, por regalarme experiencias que dejaron aprendizajes en mi existir, como no decirte que este año fue lleno de momentos agradables y desagradables que me hicieron crecer como persona, expresarte que también nos quedaron cuentas pendientes, que muchos sueños se volvieron realidades y otros se quedarón es eso, en sueños llenos de ilusiones que hoy se mudan al año dos mil catorce, por permitirme interactuar con cada una de las personas que cruzaste por mi camino, otorgarme la oportunidad de continuar mi viaje, compenetrarme con mi yo, de compartir un beso, un abrazo, una lágrima, una palabra de aliento que me hizo reflexionar y decir momento, es una prueba más para mi crecimiento, por que, a pesar de todo o de nada, continúo firme levantándome cada día, agradeciéndole a la vida un nuevo resplandor del sol y un anochecer acompañada de la luna. Te vas y me dejas muchos pensamientos y sentimientos plasmados de fe. Gracias por dejarme un año más al lado de los seres que tanto amo, los ángeles que me guían, en este mi transitar.