Ella
se encontraba en un bar pintoresco, cuando de pronto vio al hombre con el que
siempre soñó, su corazón palpitaba, el se sentó frente de ella, con una sonrisa
de ensueño y una mirada tierna se acerco.
La conversación se torno encantadora, cada
palabra que evocaba su boca estaba llena de sabiduría; un hombre culto y galán
a la vez pensó.
A
ella le sudaban las manos frías de nerviosismo, a penas lograba balbucear una
que otra palabra, él con un beso delicado sello su boca y su cuerpo sintió
calidez.
Entre
palabras y una copa, ella lo empezó a quererlo sin conocerlo, deseaba
demostrarle todo su afecto que afloraba en su ser por él, no logro contenerse y
le regalo todo su amor, concediéndole su intimidad sin límite y con pasión.
La
noche se convirtió en la realidad que siempre pretendió vivir, concibió la
exquisitez, de su ser, admiró la perfección de su silueta, al final se sintió
como la mujer amada, que nunca imagino y que siempre fantaseó ser.
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