Triste realidad

Cada día al desertar
vuelvo a la triste realidad,
de viví en eterna soledad.

Te haz marchado
y me he quedado
embriagada de tristeza
y depresión.

No se como continuar
con este torturar,
quisiera estar lejos,
de cualquier lugar,
deambular por las calles,
marchitas de mis pasiones
y dispersarme con los versos,
vagos inspirados en tu amor,
que tanto te quise y
que mucho daño
causo
a mi pobre existir.

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