Otra confesión de vida.
El conocimiento no es nada si no se comparte. La información es una herramienta esencial para conocer y comprender a las personas. El proceso de educación es indispensable. El intercambio de experiencias, cariño, amistad entre personas suele llenar la vida.
Muchas veces las personas no saben lo que llevamos por dentro, lo que siente nuestra alma, nuestro corazón quisieramos ser el centro de la fiesta y la diversión, hacer reír a los demás, ser una buena compañía, agradable, necesaria para compartir inquietudes, vivencias y más... pero existimos personas que sufrimos cambios radicales en nuestra personalidad ocasionado por un trastorno y muchas veces no solemos ser la mejor compañía.
Muchas veces las personas no saben lo que llevamos por dentro, lo que siente nuestra alma, nuestro corazón quisieramos ser el centro de la fiesta y la diversión, hacer reír a los demás, ser una buena compañía, agradable, necesaria para compartir inquietudes, vivencias y más... pero existimos personas que sufrimos cambios radicales en nuestra personalidad ocasionado por un trastorno y muchas veces no solemos ser la mejor compañía.
El caso de padecer un trastorno bipolar muchas veces nos ocasiona muchas interrogante ¿como, por que “esto” nos esté pasando a nosotros? Cuesta mucho que lo aceptemos o lo aceptamos lentamente y a veces lo aceptamos de buena manera y a veces lo llegamos a odiar, a maldecir a querer tener magia y desaparecerlo. Desgraciadamente hemos sido diagnosticados como personas que padecemos el trastorno bipolar que repercute en nuestras vidas. Así que nos encontramos, de golpe, tomando unas medicinas de por vida, con una etiqueta y teniendo que reconstruirnos.
Parece toda una tristeza, un drama, y generalmente al principios lo es. Pero a medida que vamos comprendiendo que el hecho que nuestros neurotransmisores no funcionan del todo bien y que es algo genético pues vamos encontramos cierta explicación a lo que nos sucede.
En cierto modo somos personas especiales, con dones, con características, muchas veces no suelen entendernos, cuando lo que necesitamos es amor, comprensión, apoyo porque es muy difícil de pedirlo....
Es fundamental contar con un tratamiento psiquiátrico adecuado. Las medicinas son nuestras velas para seguir navegando en un mar calmado o en un mar convulcionado en donde sus olas lastiman costantemente las rocas y las desgastan. La relación con el psiquiatra tiene que ser estrecha, fluida y clara y al final encontramos a un amigo, que nos comprende, nos escucha, nos anima a salir adelante cuando estamos en nuestras crisis...
El papel de la familia es importantísimo, necesitamos que se involucren para conseguir volver a la "normalidad" aunque aún no se que es normal.
El papel de la familia es importantísimo, necesitamos que se involucren para conseguir volver a la "normalidad" aunque aún no se que es normal.
El sueño es nuestro timón, es el momento en que deseamos lo que no logramos en el mundo real, y es nuestro momento de tránquilidad o de evitar sentir cuando uno esta mal, lastimosamente cuando estamos así nos mantenemos en vela, o dormimos en dosis muy pequeñas, o las pesadillas continúan en el.
En la escala en que podamos relacionarnos con el mundo, no debemos quedarnos lamiendo nuestras heridas...¡¡no permitir auto excluirnos del mundo!! Ni que las personas crean que nos hacemos las víctimas. Debemos de insertarnos, saber que somos valiosos y que el hecho de tener un trastorno de este tipo no nos descalifica, sino que nos engrandece porque hemos conocido mil mundos en uno o mil personalidades a la vez, yo ya las tengo identificadas, Marlen, Lucrecia, Marcia y Malu.
En la escala en que podamos relacionarnos con el mundo, no debemos quedarnos lamiendo nuestras heridas...¡¡no permitir auto excluirnos del mundo!! Ni que las personas crean que nos hacemos las víctimas. Debemos de insertarnos, saber que somos valiosos y que el hecho de tener un trastorno de este tipo no nos descalifica, sino que nos engrandece porque hemos conocido mil mundos en uno o mil personalidades a la vez, yo ya las tengo identificadas, Marlen, Lucrecia, Marcia y Malu.
Es una tarea posible: ser feliz con el trastornillo, una circunstancia en nuestras vidas, pero nunca nuestra esencia. Nuestra identidad es mucho más que unos neurotransmisores un tanto averiaditos.
Tenemos que creer en nosotros mismos y en nuestras capacidades. No podemos permitir ahogarnos en la autocompasión. Somos personas acostumbradas a luchar, que nos integramos en el mundanal ruido y que al mismo tiempo sabemos que todo tiene muchos prismas.
El estigma indudable que existe en nuestra sociedad, es una lacra nacida del miedo de los otros hacia lo diferente. Nuestra posición es no “auto limitarnos” no creernos ese estigma porque eso nos limita y paraliza.
Somos personas normales o mejor dicho somos personas especiales, con dones, que sabemos lo que tenemos, que la vida no es fácil si no que es una lucha diaria.
Nadie comprende como es vivir con el trastorno, muchas veces no lo entendemos nosotros, como lo entenderán las demás personas, solo el que lo padece sabe lo que se siente, los pensamientos tan fugaces y extremos que pasan por nuestra cabeza, debemos vivir y compartir nuestra vida con el trastorno y seguir adelante.
Soy bipolar...
Me entristece a veces sentir que no pertenezco a este mundo, que no encajo en el, el sentirme sola, el lastimar a las personas que amo, en alejarlas y saber que la responsable en parte soy yo y en parte es mi trastorno bipolar.
Yo soy bipolar, tengo dos hijos, una familia, una persona que amo, una profesión un trabajo y una vida digna, no estamos locos, para nada, ni incapacitados como muchos ineptos suelen creerlo, simplemente padecemos de un pequeño o gran trastorno, depende de la perpectiva en que se ve....
A veces nos juega la vuelta, a veces hacemos que las personas se alejen de nosotros, a veces perdemos a las personas que amamos, la lastimamos, los desesperamos, los vamos perdiendo poco a poco y nos vamos quedando solos, pero es una montaña rusa en la que vivimos, la aceptación, el amor, la compresión es muy necesaria en nuestras vidas.
Por cierto estoy bien, solo trato de encontrarle el lado amable al trastorno, en el fondo hay un poco de tristeza, pero no una crisis, solo tristeza ocasionada por otros motivos, sentimos el amor, la felicidad, la alegría, la tristeza con más intensidad.No somos malas personas, muchas personas destacadas en la historia de la vida padecieron o padecen del trastorno bipolar, no me avergüenza ser bipolar, me siento orgullosa que a pesar de tener ese trartonillo, he logrado muchas cosas que las personas normales no han logrado.Empiezo a escribir en plural, porque se que hay muchas mujeres y hombres que como yo padecen del trastorno bipolar, pero que se averguenzan, se sienten de menos, desvalorizados, no queridos, temerosos, incomprendidos y es normal.
Termino escribiendo en singular porque hablo de mi experiencia como una mujer bipolar.
Así es la vida, no hay personas perfectas, no hay vidas perfectas, solo hay vida, no más y esta es parte de la mía.
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