Treinta y uno de diciembre de dos mil doce

Treinta y uno de diciembre de dos mil doce, es el momento ideal para agradecer por todo lo vivido en un año más que el destino me otorgo vivir. Agradecer por las personas que amo, por mi familia, por las personas que me estiman y por la que no me estiman, por las personas que me quieren y me aceptan como soy. Por cada experiencia de vida, por los momentos que quisiera que perduraran a través del tiempo y por los momentos que quisiera desaparecer de mi memoria. Es un momento propicio para agradecer por mis hijos Natalia y Rodrigo, que son el regalo más grande que la vida me otorgo, a veces me pregunto si era digna de ser madre, pero luego me contesto que  si, que esta vida no seria vida sin ellos. Quiero agradecer por una persona que es especial e importante para mi, que con su paciencia y amor llena mi vida y me hace feliz. Agradecer por la familia que me ha acompañado en mi diario caminar. Agradecer por que he sido bendecida con un trabajo, por la comida, las comodidades con las que suelo vivir. Quiero agradecer también por todos los retos y experiencias duras y fuertes que me han tocado vivir, que por el momento no las logro entender pero pasando el tiempo les encontrare la razón. Quiero agradecer porque he tenido la oportunidad de conocerme mejor, transformar aspectos de mi vida y aceptarme como soy. Pienso que soy una persona diferente a muchas de las demás, que el compartir mi vida con ciertos compañeros que siempre estarán presentes en mi me han demostrado que soy especial, que por algo fui escogida para compartir mi vida, con otras vidas más, posiblemente las personas no lo entiendan y ni me interesa, me basta que lo comprendan las personas que amo  y aprecio. Se que soy diferente y especial, y que en esa diferencia y especialidad radica mi esencia de vida, a veces algo confusa, extremista, pero es mi vida y me siento orgullosa de ella.
Pienso en todo lo que ha sucedido a lo largo de este año y agradezco porque yo he tenido una calidad de vida mejor que la de muchas personas.
Quisiera escribir un sin numero de cosas por agradecer, pero a veces las palabras se esfuman y la inspiración necesita vacacionar por momentos. Gracias por estos treinta y nueve años de vida, por todos los momentos vividos y por vivir, y gracias a las personas que leen mis pensamientos y sentimientos, esto es una apertura de mi corazón